Reflexión en medio del training...

En la entrenadera, un día de estos Samu y yo decidimos cambiar la rutina de gimnasio y nos fuimos a subir el Cerro Ancón. Lo subimos y bajamos 2 veces, vaya que sí estaba agotada pero reída y feliz de la sudadera. Vimos un tucán, algunos colibríes, muchísimos ñeques.

Y como el Samuel siempre anda inventando me invitó a cortar camino y en vez de seguir por la carretera pavimentada, nos metimos por una trocha y salimos al otro lado de la carretera, jaja fue realmente cool. Yo ni siquiera sabía que del otro lado estaba la calle, no se veía nada, pero bueno, valió la pena, nos surramos por el monte hasta llegar abajo a la carretera.

En la cima saludamos a unos turistas y pude escuchar cuando junto al guía criticaban el smok que hay en Panamá. ¿Dónde no hay smok? pero bueno... realmente no era neblina. Panamá Panamá... pa' abajo vamos... Y yo que seguía con la esperanza de que fuéramos uno de los países menos contaminados, tiempo de Tahiti o Islandia. Es más, hace poco leí un artículo en donde hablaban acerca de los países menos contaminados del mundo y me pareció bastante raro ver a Costa Rica y Colombia, pero no Panamá...wtf Al menos nos quedamos con la megadiversidad.

Realmente no quiero que mi país se convierta en un México lleno de smok. Esto me dejó preocupada. Se dice que en Panamá más de la mitad de la población tiene auto y la mitad de esa población tienen 2 autos. ¿Entonces? Yo sería feliz si habilitaran un carril exclusivo para bicicletas, ¡sería realmente feliz! Imagínense. Tener que manejar bici desde Arraiján hasta la Universidad de Panamá a diario, ¡tendría un cuerpo espectacular! Pero bueno, creo que estos son solo sueños...